¿Cómo describiría la relación entre las Hermanas de María y el Padre Kentenich? ¿Cómo vive él en su comunidad?
Hna D.- Él es el fundador a quien la comunidad le debe su carácter original y, como lo expresó un Papa, » a quien debe agradecerle su fuerte espiritualidad». Hizo sacrificios inusuales por esta comunidad, no solo en la disposición de sacrificar su vida por ellos en Dachau, sino también en la renuncia de su honor durante y en el entorno del Exilio. El Visitador y el Santo Oficio querían separar completamente al fundador de la fundación. Quizás este intento, a largo plazo, incluso dio como resultado una intensificación del vínculo con el Fundador. No hace falta decir que también desde la
eternidad sigue siendo nuestro padre espiritual para siempre. Él vive en nuestra comunidad a través de su rica herencia espiritual y experimentamos vitalmente su intercesión. Para mí, él es un gran modelo a seguir para mi estilo de vida: en su devoción a Dios y su gran amor al prójimo. Me impresiona mucho su pedagogía y empatía psicológica. Me fascina cómo una persona puede aceptar, afirmar y promover una amplia variedad de individuos y personas tan diferentes.
El Padre Kentenich estaba convencido de que las personas necesitan fuertes vínculos para desarrollar su personalidad. ¿Qué hace la vinculación a una persona? ¿Lo hace fuerte o lo mantiene pequeño? ¿Y cómo encajan las opiniones del visitador Sebastian Tromp SJ, quien declaró «que solo hay unas pocas personalidades seguras entre los dirigentes varones y las Hermanas de María que dispongan de un pensar autónomo y de una libertad interior?”
Hna D.- Básicamente, un vínculo humano saludable hace fuerte si no se degenera en una dependencia ciega. Cada niño que sabe que él o ella es amado originalmente por sus padres; desarrolla su personalidad, se vuelve fuerte, confiado y adquiere una visión positiva de la vida. Sin embargo, esto presupone que los padres, los educadores, los que tienen la responsabilidad principal en el vínculo sean desinteresados, precisamente porque de alguna manera representan una autoridad. Me parece que una mujer es particularmente sensible a reconocer si alguien es desinteresado o quiere algo para sí mismo, especialmente una comunidad de mujeres. Una hermana que había trabajado con el fundador durante décadas me dijo una vez: “Si hubiéramos sentido en lo más mínimo, algún tipo de egoísmo por parte del Padre Kentenich, nos habríamos retirado de inmediato”. Lo que he podido constatar durante muchos años de observación e investigación, es que, a partir de la vinculación al Padre Kentenich, surgieron en todas las comunidades de Schoenstatt, personalidades fuertes y libres interiormente, y eso hasta el día de hoy. Los procesos de beatificación ya están en marcha en varios países para varios de estos modelos ejemplares en la historia de Schoenstatt. El padre Tromp puede no haber notado que su enfoque autoritario aterrorizó a algunas hermanas. Las hermanas no estaban acostumbradas a este estilo, el cual se contraponía totalmente con el que habían experimentado con el Padre Kentenich. El visitador también había sido influenciado negativamente de antemano contra el Padre Kentenich por algunas Hermanas de María, incluida nuestra primera Superiora General. Lo que el Padre Tromp no vio o no pudo ver fue que esta Superiora General, desde un principio vio al Fundador como una competencia. Ella reunió meticulosamente declaraciones negativas contra el Padre y Fundador y las envió al Visitador. Puede encontrar todo esto con más detalle en mi libro sobre la biografía del Padre.
El juicio del padre Tromp de que todas las demás hermanas y padres que no estaban de acuerdo con él eran débiles, inseguros y no autónomos en su pensar es, según mi opinión, un juicio bastante erróneo, lo cual me lo puedo explicar, porque él no tenía ninguna experiencia con la pastoral femenina. Ciertamente fue un excelente profesor de dogmática, pero aquí había un campo completamente diferente. La historia, difusión y desarrollo de la Obra de Schoenstatt en todo el mundo, llevado a cabo en el extranjero en forma autónoma por hermanas aún muy jóvenes, demuestra lo contrario de la opinión de este sacerdote.