Acerca del movimiento

La Familia de Schoenstatt se conforma de diferentes “ramas”, es decir, por secciones en las cuales, personas de diferentes pero muy determinados estilos de vida, pertenecen y hacen suya la misión de Schoenstatt. En nuestras Ramas participa toda persona que anhele conocer más sobre su fe, su persona, su autoeducación.
Cada rama del Movimiento Apostólico de Schoenstatt abarca todas las esferas de vida de la persona. Y la Familia de Schoenstatt sabe y reconoce la importancia de vincularse unos con otros en un grupo de vida, así como todo lo que se puede hacer en cada rama, grupo, apostolado, etc.
Estas actividades están determinadas por el compromiso de cada grupo, de cada persona, así como de las corrientes de vida que surgen a través de la Familia Internacional.
Las Ramas que conforman al Movimiento en México son:
Nivel de peregrino: Movimiento de Peregrinos, Virgen Peregrina. Ramas: Rama de Familias, Rama de Señoras, Rama de Juventud Femenina, Rama de Juventud Masculina, Rama de Señoritas Profesionistas, Rama de la Liga de Enfermos de Schoenstatt Federaciones: Federación de Familias. Institutos Seculares: Instituto Secular de Hermanas de María de Schoenstatt, Instituto Secular de los Padres de Schoenstatt, Instituto Secular de Sacerdotes Diocesanos de Schoenstatt, Instituto de Familias.
Familias / Matrimonios
Nuestro Rama de Familias de Schoenstatt tiene como misión el fortalecer, proteger y renovar la familia tomando como modelo la Sagrada Familia. Se basan en la pedagogía de vinculaciones que el Padre Kentenich puso como parte esencial de la Obra de Schoenstatt.
La vinculación con María en su Santuario es un vínculo vital para cada familia y matrimonio, ya que de ahí surgen corrientes de vida que vivifican y dan fuerza para caminar seguros y confiados ante las tormentas de los tiempos.
Las familias se reúnen en grupos de formación donde se tocan temas de interés y se trata de poner en práctica la pedagogía del Padre Fundador.
Señoras
La Rama de Señoras del Movimiento Apostólico de Schoenstatt tienen como tarea y misión el ser “Custodias Vivas”, con ello se esfuerzan por ser – a imagen de María – aquellas que cuidan la vida de todos aquellos confiados a ellas.
Se vinculan al Santuario de la Santísima Virgen de Schoenstatt y tienen un estilo de vida propio, en el cual tratan de impregnar la persona de María Santísima en sus propias vidas: como madres, señoras, esposas, hijas.
Juventud Femenina
La Juventud Femenina de Schoenstatt es una de las ramas del Movimiento Apostólico de Schoenstatt a la cual pertenecen jóvenes y niñas. En el santuario encuentran su hogar y muchos experimentan ahí la fuerza del amor de la Santísima Virgen y un encuentro personal con el Dios de la vida. Como jóvenes quieren vivir su vida conociendo y comprometiéndose con los valores de la fe católica en medio de un mundo secularizado.
La Rama de la Juventud Femenina de Schoenstatt tiene como meta la formación y la educación de la mujer – a imagen de la Gran Mujer que es María. Este estilo de auto-educación se lleva a cabo mediante ideales de santidad, de heroísmo que se inculcan en las jóvenes para que aprendan a ver su vida en una íntima relación con el Dios del amor.
Dentro de la Rama de la Juventud Femenina tenemos:
• Coronitas de María: niñas de 7 y 8 años de edad.
• Apóstoles de María: niñas de 8 a 11 años de edad.
• Juventud: jóvenes de 12 a 18 años de edad.
• Universitarias: jóvenes de 18 a 23 años de edad.
• Juventud Profesional: Jóvenes de 24 a 28 años de edad.
Juventud Masculina
La Rama de Juventud Masculina tiene como tarea y misión el ser protectores y defensores del Reino de María. Ella es su espada y al mismo tiempo por quienes ellos entregan su vida y su ser.
En sus grupos aprenden a ser “caballeros” de María y aspirar a la Santidad en su juventud. Su formación comienza con grupos de:
• Cruzados
• Pioneros
• Universitarios
Como jóvenes, aprenden a escuchar a María, a tener ideales personales y en común, a aspirar a ser mejores estudiantes, amigos, personas, jóvenes…. su ideal: “Salve Reina, mi santidad te corona!” los mueve a entregar todo por Schoenstatt y su santuario.
¿Qué son los Pioneros de Schoenstatt?
Los pioneros de Schoenstatt son jóvenes con identidad propia, con un espíritu característico que los anima. Pioneros son aquellos que van a lo más alto y abren camino a un mundo nuevo; inician un camino que otros seguirán. Ellos son la savia joven de la familia de Schoenstatt, la esperanza para el futuro.
La etapa de los pioneros abarca en líneas generales el período de la adolescencia, es decir, desde el inicio de la secundaria hasta el término de la preparatoria. Al elaborar la imagen ideal de los pioneros como la rama del movimiento tenemos especialmente en cuenta la psicología de esta edad. Quisiéramos tener una imagen congruente, completa, que inspire un método dinámico y progresivo. Esta etapa del desarrollo juvenil, tiene una finalidad y dirección muy clara. Podemos decir que la meta más amplia que resume las transformaciones y logros de esta etapa es la construcción de la personalidad del hombre adulto.
El Padre Kentenich acentúa en esta etapa tres originalidades: el idealismo juvenil que lo lleva al ansia del ser espiritualmente libre; el radicalismo y el espíritu comunitario. Y propone a los jóvenes el método y la forma de lograr esta construcción:
“Bajo la protección de María, queremos aprender a educarnos a nosotros mismos como personalidades firmes, libres y apostólicas”.PIONEROS MEXICANO, ENAPI 2009
Por medio del Encuentro Nacional de Pionero (ENAPI) se pretendía construir una identidad nacional que reconociera el papel de las ramas locales conectadas entre sí y su gran posibilidad de acción, para lograr dejar una huella y transformar el orden social en nuestro país con María cono nuestra reina. Y entonces surge nuestro objetivo principal: “constituirnos como una Rama Nacional de Pioneros, apoyados en la unidad que hemos conquistado en este tiempo, en la conversión de vida experimentada por San Pablo y en su vida como apóstol. Queremos sellar la constitución como Rama Nacional a través de la Promesa Nacional y de la conquista de nuestra Espada Nacional”.
Y fue así que en noviembre de 2009, nos reunimos 120 pioneros en Querétaro por primera vez para dialogar, compartir y reconocernos con una misma identidad y una misma lucha. Luego de una peregrinación a al santuario “Corazón fiel de la Iglesia” y fue entregada la Espada Nacional en manos de María pudimos sellar esa anhelada promesa.
(…) Junto a San Pablo, el gran Pionero-Congregante-Apóstol, queremos constituirnos en Rama Nacional marcados por una profunda unidad entorno a nuestros 3 grandes amores: Nuestro Fundador, tu Santuario y Tú, que eres nuestra Madre y Reina, a quien servimos y por quien vivimos.
Queremos vivir desde cada Santuario nuestra Promesa, y ser radicalmente fieles a ella. Si llevamos nuestra espada con alegría y orgullo, podremos seguir conquistando a más corazones jóvenes para que más personas te conozcan y – junto a nosotros – sigamos unidos aspirando siempre a lo más alto.
(…) Acepta esta Promesa de Rama que hoy – con nuestras espadas en alto – queremos sellar contigo diciéndote: “Querida Madre y Reina…
Nuestro papel es muy importante dentro de la familia de Schoenstatt y de nuestro país ya que debemos ser los que abren camino con un espíritu mariano inundado por el amor a Cristo, sabiendo que muchos otros como yo en más estados de mi país están luchando por lo mismo.ENAPI 2012 “HACER DE MÉXICO TIERRA DE MARÍA”
El Enapi 2012 fue el segundo encuentro de la Rama Nacional de México, el cual se llevó acabo en la ciudad de San Luís Potosí. Durante este encuentro buscamos darle continuidad a lo que habíamos empezado en el 2009 “Constituirnos como una Rama Nacional”. En este ENAPI decidimos adoptar un nuevo ideal “Fieles a Nuestra Promesa, México Tierra de María” en el que hasta el momento seguimos trabajando. Este fue un encuentro especial porque aparte de adoptar un nuevo ideal, pudimos conquistar nuestra Mater Nacional, la cual es el tercer símbolo para nuestra Rama. Este encuentro fue algo que cambio la historia de nuestra Rama, un encuentro en el que recibimos una gran tarea “Hacer de México Tierra de María” y un gran regalo también su presencia por medio de un símbolo. Alrededor de 200 pioneros decidieron aceptar la tarea e ir de regreso a sus respectivas ciudades a comenzar con la misión. Esa misión sigue muy presente en nuestra Rama y en el corazón de cada pionero Mexicano. “Fieles a Nuestra Promesa, México Tierra de María”
CANAPI 2014
En julio del 2014 México tuvo su primer campamento nacional de pioneros en Monterrey bajo el lema PIONERO, CORONA A TU MADRE REINA DE MÉXICO. El CANAPI consistió en 4 días de campamento en Monterrey, donde hubo asistencia del estado sede, San Luis Potosí, junto con Querétaro, Iguala y Guadalajara. Con alrededor de 200 pioneros nos renovamos en la promesa que se hizo a María de hacerla a ella Reina de México. Subimos al encuentro de nuestra reina al santuario: María, camino al cielo. Donde animados por la conclusión del primer CANAPI y la misión a la que nos llamaba coronamos a María como Reina de los pioneros y Reina de México. Enapi 2016 El 2016, y tras una rica historia de la rama nacional, los pioneros reconocieron que la historia de la rama nacional había cambiado y que muchos de los pioneros actuales no habían participado de la conquista de los símbolos nacionales, por lo que decidimos reconquistar estos símbolos, y con ello, renovar el espíritu de la rama nacional en el fuego de los primeros. Así nos reunimos en Querétaro y luego de reconocer nuestra historia y desafíos actuales, peregrinamos al santuario para renovar nuestra promesa nacional y asumir la misión de hacer de México Tierra de María.
LOS AMORES DEL PIONERO
La mística de los pioneros está marcada por la espiritualidad de Schoenstatt y se alimenta de las mismas fuentes, es decir, los tres contactos vitales: la Mater; el Santuario y el Padre. Sin embargo, es recibida y encuentra expresiones propias, de acuerdo a la modalidad juvenil. Por “mística” entendemos aquellos elementos básicos que inspiran toda la vida y las acciones de la rama, aquello que debe estar latente y presente en la persona, en el grupo, en el todo, que se asegura y expresa en una simbología propia: bandera, leyes, oración, encuentros de unidad, campamento, apostolados, etc.
MARÍA: MADRE, REINA Y EDUCADORA
Ella es el gran regalo que nos deja Cristo al pie de la cruz para que sea nuestra madre. Él nos dice: “Ahí tienes a tu madre” (Jn 19,26). Ella también es nuestra Reina, y nosotros como pioneros nos queremos poner a su disposición para que Cristo llegue a ser el centro del mundo. Para esto Ella nos educa y fortalece para abrir camino a un mundo nuevo.
EL PADRE KENTENICH
El padre fundador nos llama y nos entrega su misión. Él es una figura paternal para todo pionero y nos desafía a llevar a cabo, como verdaderos ideales cristianos y marianos, la misión de abrir camino a un mundo nuevo. Así también, es un ejemplo a seguir, ya que durante su vida reflejó con fuerza el ideal de todo schoenstattiano, haciendo llegar así sus ideales hasta nuestros días.
EL SANTUARIO
Es el lugar de encuentro con Cristo y María. Es en el Santuario donde la Mater nos recibe y nos entrega las gracias de acogimiento, transformación y envío apostólico. Aquí el pionero se renueva y recibe las fuerzas necesarias para cambiar al mundo.
Mujeres profesionistas LAF
La LAF (Liga Apostólica Femenina) es una Rama de Movimiento Apostólico de Schoenstatt al que pertenecen mujeres profesionistas y solteras que anhelan vivir el ideal de la mujer en medio del ámbito laboral.
Como mujer schoenstattiana, nuestras labores se dan en el centro de la vida cotidiana, en el ámbito del trabajo, desde allí nuestro corazón es un lugar de irradiación espiritual en un mundo que necesita decisivamente el aporte femenino.
Por ello cultivamos permanentemente como rama, nuestro sello original, la autonomía y la unidad. Cada una inmersa en diversos ámbitos laborales, entre ellos de la educación, de la salud, financieros, administrativos, de la construcción, públicos y privados.
Debemos ser un fuerte brazo apostólico de Schoenstatt en el mundo. En nuestros trabajos, en nuestras familias, en nuestro movimiento, en nuestro ser o con nosotras mismas, tanto en las actividades cotidianas, en actividades con otras comunidades, como en el silencio con Dios. Esas son formas de un apostolado posible que nos permita crecer en María.
En el fondo queremos que la mujer soltera católica dé su aporte a la sociedad donde vive y trabaja, construyendo en su entorno un ambiente más humano y menos materialista.
Nuestro Padre quiere que desde Schoenstatt se movilicen todas las fuerzas para la penetración apostólica de la Iglesia y el mundo actual. En nuestra sociedad, mediante nuestro estado laboral, podemos impregnar una “cultura de Alianza” y que el mayor número de personal conozca la alianza de Amor y se regalen a la Mater.
Ideal Nacional: Tabernáculo Vivo, Anillo de Guardia, Colonia de Cielo
Símbolo: Tabernáculo del Santuario de Schoenstatt
Federación de Familias
La Federación Apostólica de familias internacional de Schoenstatt, es una comunidad familiar católica de matrimonios jefes, moderna, apostólicamente capacitada, con autonomía laical, dispuesta a participar con toda la Obra de Schoenstatt en la transformación mariana del mundo en Cristo.
La anima la convicción fundamental del Padre José Kentenich: sólo puede haber una sociedad sana sobre la base de matrimonios sólidos y familias sanas, alegres, abiertas al futuro y que afirman la vida. El centro de su misión es por eso la renovación de la familia para que su valor brille con mayor fuerza en la Iglesia y se restituya en la vida de la sociedad.
La impulsa un espíritu apostólico universal, que la lleva a proyectar en todas sus formas el carisma del Padre Kentenich, para dar a la Iglesia y a la cultura del nuevo milenio un marcado rostro familiar.
Cada matrimonio, animado por el espíritu de los Consejos Evangélicos, en la fuerza de la Alianza de Amor con María y en la vitalidad de su unión sacramental, integra pequeñas comunidades de vida con otros matrimonios, con el propósito de educarse y crecer en su vocación a la santidad. Recorre en comunidad, durante toda la vida, un camino formativo y ascético inspirado por ideales comunes y por una creciente interacción vital. De esta manera cada matrimonio recibe el apoyo indispensable para la construcción de la propia familia, la gestación de su pequeña Iglesia doméstica, y el despliegue de todo su potencial apostólico personal y matrimonial.
El perfil del matrimonio que se integra a la Federación, reúne ciertos rasgos que identifican a todos sus miembros, que deben existir al menos como predisposición en el inicio, para alcanzar su desarrollo pleno a través del proceso educativo y de maduración vital. Estos rasgos se resumen en cuatro capacidades básicas: aptitud comunitaria, disposición apostólica, aspiración a la santidad, equilibrio psíquico personal y matrimonial.
Instituto de Familias
Ser y Misión
El Instituto de Familias de Schoenstatt, fiel a la visión de su fundador, Padre José Kentenich, y en la fuerza de la Alianza de Amor con María, es una comunidad de vida consagrada de matrimonios. Anhela encarnar el ideal de la Sagrada Familia de Nazaret, conforme a la época, viviendo los consejos evangélicos, contribuyendo así a forjar una cultura de Alianza y a la renovación cristiana del matrimonio y la familia, para la construcción de un nuevo orden social.
Somos una comunidad de familias que tenemos el anhelo de trabajar por la familia, con la familia y a favor de la familia.
Nuestro gran modelo es la Sagrada Familia de Nazaret, como comunidad de vida y amor. Así esperamos y nos responsabilizamos, como iglesia en pequeño –iglesia doméstica- ser célula viva para la renovación de la familia, la sociedad y la Iglesia.
Nuestra comunidad ayuda a los cónyuges a que su alianza matrimonial sea viva y fecunda. Contribuye a formar familias que permitan que en sus hijos crezcan y se desarrollen libremente personalidades cristianas; familias que, para los suyos y su entorno, sean oasis en los cuales se pueda palpar la fuente de la vida.
Nuestra espiritualidad
Dios quiere actuar a través de nosotros. En la medida en que, como María, le regalemos nuestra disponibilidad, llegaremos a ser sus instrumentos. A través de nosotros, Él hace brotar nueva vida en nuestros hijos y más allá de la propia familia. Él nos hace partícipes de nuestra corresponsabilidad en la obra de la creación y quiere que sirvamos a la vida.
Nuestro estilo de vida
Como iglesia doméstica, el centro de nuestra vida matrimonial y familiar es el santuario hogar. Configuramos nuestra vida diaria en alianza de amor con María. Practicamos el diálogo entre nosotros, con nuestros hijos y con el Dios de la vida y desarrollamos costumbres familiares propias de nuestra familia. Como padres e hijos nos educamos mutuamente en la corresponsabilidad en todos los ámbitos de la vida (profesión, colegio, parroquia, política, etc). Como instituto secular de la Iglesia seguimos a Cristo en los consejos evangélicos. Para ello hemos desarrollado formas familiares propias adaptadas al tiempo actual. Otro elemento importante de nuestra comunidad es el encuentro con los demás. Nos reunimos regularmente para intercambiar la vida, para formarnos y para profundizar en nuestra espiritualidad. Estamos llamados a vivir en plenitud el Sacramento del Matrimonio y a mostrar la importancia de las costumbres familiares, que nos hagan ser signos de amor, vida y alegría en medio del mundo. Aspiramos a una forma de vida que mantiene la esencia de los consejos evangélicos, pero adaptándolo a la realidad del matrimonio y la familia. Estamos ante la tarea de mostrar con nuestra vida que el seguimiento perfecto a Cristo, también es posible en el matrimonio y la familia.
Apostolado
Nuestro apostolado comienza en casa, en la propia familia y es ella su punto esencial. Desde aquí se expande en círculos concéntricos hacia todos los ámbitos de nuestra vida: familia de Schoenstatt, la Iglesia y el mundo. Hemos de hacer vida el 31 de Mayo. En la situación de cambio de nuestro tiempo, en la que muchos valores amenazan con perderse, nuestro Fundador aporta nuestra comunidad a la Iglesia: vivir en medio del mundo, pero perteneciendo plenamente a Dios; unir el cielo y la tierra; como familia de familias imprimir nuestra impronta en la Iglesia del mañana.
Video Institucional: http://if-schoenstatt.org/es/somos-o-instituto-de-familias-de-schoenstatt-4/
Instituto de Hermanas de María
Ser María con nuestro Ser
Nuestro instituto forma parte de la Obra de Schoenstatt fundada por el P. José Kentenich en Alemania el 1o de Octubre, 1926. Las primeras hermanas llegaron a México en en 1979. Desde un principio, nuestro nombre, “Hermanas de Maria de Schoenstatt”, expresó:
• Nuestra vocación específica,
• Nuestra originalidad,
• Un llamado constante de entrega para renovar al mundo
Así como María, nosotras queremos ayudar a Cristo a construir su Reino en todas partes. A través de la consagración de nuestra vida diaria queremos ser instrumentos de María como una comunidad de líderes laicos que sirven a la Iglesia en cualquier esfera de vida.
Nos ocupamos en una multifacética variedad de profesiones y ocupaciones en donde el Evangelio puede ser proclamado:
» Centro de retiros
» Trabajo Social y misionero
» Medicina
» Negocios y avances tecnológicos
» Educación en todos los niveles
Nuestra entrega total a Cristo es en el espíritu de los Consejos Evangélicos, los cuales, queremos vivir con la actitud de la Santísima Virgen María.
El Santuario de Schoenstatt es nuestro hogar espiritual. Es el lugar de gracias y fuente de vida y fuerza para nuestra espiritualidad y nuestro trabajo.
La Alianza de Amor con la Santísima Virgen María.
Nuestra vinculación a nuestro Padre y Fundador P. José Kentenich.
Queremos vivir, trabajar y servir a la gente en vinculación profunda con Cristo, para que el mundo de hoy encuentre su camino de regreso a Dios.
NUESTRO ESTILO DE VIDANuestra secularidad dinámica permite a cada individuo desarrollar sus talentos al máximo. El trabajo apostólico es complementado con la oración y el sacrificio de nuestras hermanas de la Adoración. Escogemos un estilo de vida que se compromete en fidelidad a la Iglesia y al Instituto. Cultivamos una vida armoniosa y orgánica y cuidamos de nuestros miembros en cada situación.
Gracias a nuestra flexibilidad y adaptabilidad podemos traer la presencia de Cristo y de María a cada esfera de vida y en cada circunstancia. Nuestro estilo de vida nos permite usar un vestido uniforme o ropa de civil; vivir en comunidad o solas en el mundo.
Instituto de Padres de Schoenstatt
El Instituto Secular de los Padres de Schoenstatt es una comunidad de sacerdotes de derecho pontificio. Fue fundada por el Padre José Kentenich el 18 julio de 1965, para estar al servicio y animar apostólicamente el Movimiento Apostólico de Schoenstatt.
Nueva página web oficial internacional http://www.padresdeschoenstatt.org (o también http://schoenstatt-fathers.org/es/)
SER Y MISIÓN
Somos una comunidad sacerdotal que forma parte de la Familia de Schoenstatt, para servir a la Iglesia, prolongando el carisma sacerdotal del Fundador y que está llamada a ser centro de unidad, formación e inspiración de la Obra de Schoenstatt.
Nuestra comunidad sacerdotal es uno de los seis Institutos Seculares de Schoenstatt, y como parte de la Familia de Schoenstatt, tiene en común con todas las demás comunidades de la Obra, los siguientes elementos:
• la misma raíz en la Alianza de Amor con la Santísima Virgen,
• el mismo centro espiritual en el Santuario Original,
• el mismo fundador carismático, y a través suyo, la misma espiritualidad, pedagogía y misión.
En Alianza con María y teniéndola como modelo de vida cristiana, junto a toda la Familia de Schoenstatt nos sentimos llamados, como Obra e instrumento de la Santísima Virgen, a colaborar desde nuestra realidad sacerdotal en la configuración mariana de la Iglesia y del mundo en Cristo. En esa perspectiva nuestra misión tiene una triple dimensión:
• Formar, tanto en nuestras propias filas como en la Iglesia, el “hombre nuevo en la comunidad nueva, con un marcado carácter apostólico universal”, que actúe en el mundo como fermento de una nueva evangelización y trabaje por la construcción de un nuevo orden cristiano de la sociedad.
• Evangelizar los diferentes ámbitos culturales con el fin de conducir a las personas hacia la armonía querida por Dios entre lo humano y lo divino; es decir, que sepan unir fe y vida en su quehacer cotidiano.
• Aportar a la constitución y formación de una “confederación apostólica universal”, que se traduce en el fomento de un trabajo en conjunto de las organizaciones apostólicas de la Iglesia, para así responder a los requerimientos de los tiempos actuales.
Nuestro ser y misión como Comunidad, lo expresamos simbólicamente con el nombre bíblico de “Comunidad del Monte Sión”. Esta denominación expresa el ideal de santidad que quiere inspirar y animar nuestra comunidad y nos fue regalado por el propio Padre y Fundador. Creemos que con ello, nos confió un encargo profético, que según su esperanza, hemos de realizar siendo plenamente comunidad sacerdotal. En este encargo reconocemos su legado y la parte que nos cabe como Padres de Schoenstatt en la realización de su carisma sacerdotal, cuya fecundidad debemos garantizar en la Iglesia, para la vida del mundo.
MIEMBROS
La comunidad de los Padres de Schoenstatt cuenta en la actualidad con cerca de 350 sacerdotes en todo el mundo y con más de 100 seminaristas. La Casa Central – o Paterna – se encuentra en el “Monte Sión”, situado en el mismo lugar de la fundación de toda la Obra, en Schoenstatt, Vallendar, cerca de Coblenza en Alemania.
FORMACIÓN
Los Padres de Schoenstatt tienen un período de formación de aproximadamente 10 años. Se inicia con una etapa común, llamada “postulantado” (mínimo 3 meses), luego viene el noviciado (dos años) y finalmente el estudiantado (teología y filosofía, 6 a 7 años). Terminado el tiempo de formación y estudio, se realiza la incorporación definitiva a la Comunidad. Luego viene el período de preparación al diaconado y posteriormente la ordenación sacerdotal (después de haber cumplido los 30 años). Sólo pertenecen a la comunidad, en forma definitiva, sacerdotes.
OBRAS Y PROYECTOS APOSTÓLICOS
Los Padres de Schoenstatt orientan sus principales esfuerzos apostólicos a la tarea de asesorar las diferentes Ramas del Movimiento y servir al desarrollo, expansión y consolidación de la Familia de Schoenstatt, en su proyección y servicio a la Iglesia.
En Chile, en particular, tienen la responsabilidad por la obra social “María Ayuda”, fundada por el P. Hernán Alessandri y que también se ha extendido internacionalmente. También han asumido la responsabilidad e inspiración de 6 colegios en Chile (Monte Tabor y Nazaret, Pablo Apóstol, en Santiago; San José de Chicureo, en Colina; José Kentenich, en Puente Alto – a través de María Ayuda -; Sagrada Familia en Reñaca alto; Santísima Trinidad en Concepción). Son responsabilidad de la Provincia Pentecostés, además, 4 colegios en Ecuador (2 en Guayaquil y 2 en Quito), 1 en Portugal (Lisboa) y 1 en España (Madrid).
REQUISITOS DE INGRESO
Para ingresar a la comunidad de los Padres de Schoenstatt se requiere ser mayor de 19 años y menor de 27 años; tener experiencia de estudios universitarios (haber ingresado a la universidad o estudios superiores); en lo posible, participar o haber participado de grupos de juventud de las ramas masculinas del Movimiento de Schoenstatt y haber hecho un proceso de discernimiento vocacional, optando decididamente por vivir el sacerdocio de Cristo según el carisma y espiritualidad del P. José Kentenich.
DIRECCIÓN Y ESTRUCTURA DE LA COMUNIDAD
La Comunidad de los Padres de Schoenstatt es presidida por un Superior General, secundado por un Consejo General, con cuatro Consejeros, conformando la Dirección General. Actualmente el Superior General es el P. Heinrich Walter (alemán).
La Comunidad se compone de Provincias (3), Regiones (2) y Delegaciones (4).
La Provincia a la que pertenece Chile es la Provincia de Pentecostés, que reúne fundaciones y filiales en: Chile, Ecuador, México, EEUU, Portugal y España. Además de estos, también hay padres de la Provincia que apoyan el trabajo con el Movimiento en otros países: Argentina, Brasil, Perú, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Burundi, Bélgica, entre otros.
En México está presente en tres ciudades: Monterrey, San Luis Potosí y Querétaro con un total de 8 miembros.